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Las implicaciones fiscales de cambiar de trabajo

Las implicaciones fiscales de cambiar de trabajo

Son muchos los factores que intervienen en un cambio de trabajo, como adaptarse a las nuevas condiciones laborales, hacer un nuevo presupuesto y actualizar su estrategia fiscal. Tanto si se traslada a otra empresa por una nueva oportunidad o porque le han despedido de su puesto anterior, el cambio de trabajo puede tener importantes repercusiones fiscales, tanto en la cuantía de los impuestos adeudados en el año en que comienza en un nuevo puesto como en su planificación de la jubilación a largo plazo.

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Al dejar su empleo anterior, tenga en cuenta que cualquier indemnización por despido que reciba de su antiguo empleador está sujeta a tributación en el año en que la reciba, al igual que cualquier paga acumulada por vacaciones o enfermedad que cobre al marcharse. Las prestaciones del seguro de desempleo y las prestaciones ampliadas suelen considerarse ingresos sujetos a impuestos. Aunque a los solicitantes de prestaciones por desempleo se les ofrece la opción de que se les retenga automáticamente el impuesto sobre la renta de sus prestaciones por desempleo, es importante tener en cuenta que la decisión de no efectuar la retención podría suponer una factura fiscal elevada al año siguiente.

Cuando empiece su nuevo trabajo, tendrá la oportunidad de ajustar su retención del impuesto sobre la renta en Formulario W-4. Se trata de un componente importante de su estrategia fiscal global, ya que afecta a la cantidad de impuestos que se retiene de su salario y a si deberá más impuestos u obtendrá un reembolso al final del ejercicio fiscal. Para evitar pagar de más o de menos, lea atentamente las instrucciones del formulario de retención de impuestos de su nueva empresa. Utilizar hojas de cálculo o la calculadora de retenciones del sitio web del IRS puede ayudarle a determinar con más exactitud cuántas desgravaciones tiene derecho a reclamar.

Si tenía un plan de jubilación 401(k) o similar con su anterior empresa, tendrá que decidir cómo gestionar sus ahorros cuando cambie de trabajo. Recuerde que, en casi todos los casos, cobrar su cuenta 401(k) es la opción menos recomendable. Las distribuciones de 401(k)s o IRAs antes de los 59,5 años suelen estar sujetas a impuestos y a una penalización por retirada anticipada del 10%. Si está satisfecho con el plan 401(k) de su anterior empresa y tiene más de $5.000 en su cuenta, puede optar por dejar sus ahorros en ese plan, donde seguirán creciendo con impuestos diferidos.

Después de investigar sus opciones, quizá le convenga más trasladar el saldo de su plan 401(k) al plan 401(k) de su nueva empresa -siempre que el plan acepte reinversiones y ofrezca una gama atractiva de opciones de inversión- o a una cuenta IRA. Si transfiere sus ahorros del plan 401(k) de su antigua empresa a una cuenta IRA, tendrá más libertad para elegir sus inversiones. También pueden aumentar las posibilidades de realizar distribuciones anticipadas sin penalización.

Por ejemplo, en general se le permite retirar dinero de una cuenta IRA sin penalización para cubrir el coste de las primas del seguro médico si ha estado cobrando la indemnización por desempleo durante al menos 12 semanas, o para pagar gastos cualificados de educación superior, o para la compra de una primera vivienda. También puede considerar la posibilidad de traspasar sus ahorros 401(k) a una cuenta IRA Roth en lugar de a una cuenta IRA tradicional. Aunque tendrá que pagar impuestos sobre la cantidad transferida a una cuenta Roth IRA, todos los reintegros durante la jubilación estarán exentos de impuestos.

Otra buena estrategia fiscal es que, en algunos casos, también puede deducir determinados gastos en los que haya incurrido mientras buscaba un nuevo empleo. Sin embargo, no se le permite deducir estos gastos si estaba buscando un trabajo en una nueva ocupación, o si hubo una larga pausa entre el final de su último trabajo y su nueva búsqueda. Si cumple los requisitos establecidos por el IRS, puede deducir una amplia gama de gastos de búsqueda de empleo, incluidos los honorarios de la agencia de empleo, el coste de preparar y enviar copias de su currículum a posibles empleadores y cualquier gasto de teléfono y fax relacionado con su búsqueda de empleo. En algunos casos, también pueden deducirse los gastos de viaje relacionados con la búsqueda de empleo o la asistencia a una entrevista de trabajo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos gastos deben declararse como una deducción miscelánea detallada, y el total de todas sus deducciones misceláneas debe superar el 2 por ciento de su renta bruta ajustada (RBDA) antes de que se produzca la deducción. los gastos de búsqueda de empleo pasan a ser desgravables.

Si su nuevo trabajo le obliga a trasladarse, es posible que pueda deducir algunos de los gastos de mudanza que no le reembolse su empresa. Puede beneficiarse de esta ayuda fiscal siempre que su nuevo lugar de trabajo esté al menos a 50 millas de su antiguo empleo (también conocido como la prueba de la distancia), y el nuevo trabajo le proporcione empleo a tiempo completo durante al menos 39 semanas en un periodo de 12 meses. Los gastos de mudanza deducibles incluyen el coste del embalaje y envío de sus enseres domésticos y posesiones personales, así como el seguro y hasta 30 días de almacenamiento. También puede deducir el coste de viajar a su nuevo hogar una vez, incluidos los hoteles pero no las comidas. Si utiliza su propio coche para la mudanza, puede reclamar los gastos reales de gasolina y aceite, así como los de aparcamiento y peajes, o puede utilizar la tarifa estándar de kilometraje para calcular su deducción. Tenga en cuenta que no es necesario detallar los gastos para reclamar esta deducción.

Debido a la generosa exclusión de plusvalías en la venta de una vivienda habitual, es poco probable que esté sujeto a impuestos federales si tiene que venda su casa al cambiar de trabajo. Si fue propietario y vivió en la casa que vende durante dos de los cinco años anteriores a la venta, por lo general puede excluir de su base imponible hasta 1.250.000 PTT de la plusvalía si es soltero declarante (1.500.000 PTT de la plusvalía si está casado y declara conjuntamente). Por lo tanto, aunque haya alquilado su casa durante un tiempo antes de venderla, puede seguir considerándola su residencia principal si ha vivido en ella al menos dos de los cinco años anteriores a la venta.

Conseguir un nuevo trabajo puede ser una experiencia emocionante y gratificante. Asegúrate de estar preparado para sacarle el máximo partido aprovechando la ayuda fiscal disponible y desarrollando una buena estrategia fiscal.


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